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Gracias porque siempre puedo esperar lo mejor contigo.
Te alabo Señor porque eres bueno.
Te bendigo porque hoy todo será positivo, aun el mal se transformará en bendición para mí.

Enséñame a escoger solo tu camino, para que cada paso me lleve más cerca a Ti.
Estoy buscando el bien que hay en tu mano mi Dios, Haré lo necesario para conseguir lo que tú tienes para dar.
Sigo tus pasos Señor, no me desviaré porque te sigo a ti. 
Tú presencia le da propósito a mi vida.

Ayúdame a mantener mi corazón puro y no dividido.
Contigo, aun las cosas pequeñas de la vida son agradables para mi alma.
Tus planes son excelentes y suficientes para mí, no necesito nada fuera de ti.

Heme aquí Señor, yo te espero a ti y al cumplimiento de tus buenas promesas.
Renuevo mi esperanza de recibir todo aquello que planeas para mí.

En el nombre de Jesús,

Amén.

Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Daniel 10:12
No dejo de deleitarme en estas palabras!
Porque nos afligimos y nos sentimos que Dios no nos contesta? Cuando lloramos ante su presencia, y le buscamos en Ruego, Ayuno, Oración, y entendemos que Dios no nos contesta, tendemos a deprimirnos y a olvidar sus promesas, nuestra fe se debilita y dejamos de insistir en la oración.
Amadas, es tiempo que veamos quien es nuestro enemigo, Dios siempre nos escucha y nos responde, pero el enemigo de las almas, anda metiendo siempre la cola. Hay batallas espirituales que no vemos, que no sabemos, Son batallas en los aires entre el bien y el mal. Efesios 6:12

 

Un comerciante poseía un loro que le gustaba hablar. Un día el comerciante decidió salir de viaje a la India y preguntó a todos qué regalo querían que les trajese. Cuando hizo esta pregunta al loro, éste respondió:En la India hay un viejo loro sabio. Ve a verlo y dile como vivo en esta jaula y que pienso en el, lleno de nostalgia. Que le envío saludos desde la prisión de mi jaula.

Al llegar a la India, el comerciante fue al lugar que le había dicho el loro. Pero, cuando le daba los saludos al viejo loro sabio, este cayó a tierra, sin vida. El comerciante quedó muy asombrado y confundido. Cuando el comerciante volvió, feliz por regresar a casa, entrego los regalos prometidos a sus hijos y a su mujer. Y el loro le pregunto: Cuéntame lo que ha pasado para que yo también me alegre. el comerciante se puso a lamentarse y le dijo al loro: Cuando dije tus palabras al viejo loro sabio, el cayó al suelo, sin vida. Lo siento. En aquel instante, el loro del comerciante cayó como muerto, en su jaula. El comerciante, lleno de tristeza, exclamó: ¡Oh, loro mío he sido portador de malas noticias! ¡Oh, amigo mío! ¡He perdido mi tesoro!" Tras un largo llanto, el comerciante abrió la jaula y lanzó al loro por la ventana.

Inmediatamente, el loro salió volando y fue a posarse en la rama de un árbol. El comerciante, aún más asombrado, le dijo: ¡Explícame lo que pasa! El loro respondió: Ese loro que viste en la India me ha explicado el medio de salir de la prisión. Con su ejemplo me ha dado un consejo. Ha querido decirme: "Estás prisionero porque hablas. Hazte, pues, el muerto" ¡Adiós, oh amo mío!

Nuestra boca es nuestra cárcel. Los Sabios nos enseñan que cada palabra que deja nuestra boca se graba en el Cielo. Algún día todas esas palabras nos las van a hacer escuchar.
Todos estamos expuestos a este problema, unos más que otros pero todos podemos cada día mejorar en este sentido. Por su puesto, las personas que más hablan, están expuestas a equivocarse más, a fallar y pecar al no poner freno a la boca.

El que retiene sus palabras tiene conocimiento y el de espíritu sereno es hombre entendido. Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio, cuando cierra los labios, por prudente” Proverbios 17:27-28

Es pues tiempo de ser entendidas y sabias, aprender a callar para que nuestras palabras no sean nuestra cárcel.
@mujeresatodaprueba